Capitulo 4

El Tao es vacío,

imposible de colmar,

y por eso, inagotable en su acción.

En su profundidad reside el origen

de todas las cosas.

Suaviza sus asperezas,

disuelve la confusión,

atempera su esplendor,

y se identifica con el polvo.

Por su profundidad parece ser eterno.

No sé quién lo concibió,

pero es más antiguo que los dioses.