Capitulo 30

Quien gobierna ateniéndose a Tao

no acosa al mundo con las armas

porque es un uso que tiende a retomar.

Donde acamparon las tropas

sólo pueden nacer espinas y zarzas,

y tras los ejércitos, vienen los años de miseria.

Así, el hombre bueno se conforma con lo obtenido

sin usar la violencia.

Y todo lo toma sin enorgullecerse,

sin jactancia,

sin obstinación,

sin enriquecerse.

Porque, las cosas, cuando han llegado a su madurez

empiezan a envejecer.

Esto ocurre a todo lo opuesto a Tao.