Capitulo 65

Los antiguos que seguían el Tao

no esclarecían con ello al pueblo;

lo conservaban, por el contrario, en su sencillez.

Si un pueblo es difícil de gobernar,

es culpa de los avispados.

Quien gobierna con la inteligencia

arruina el Estado.

Quien gobierna sin servirse de la astucia

enriquece el Estado.

Conocer estas dos cosas

es conocer la verdadera norma.

Conocer esta norma

es poseer la misteriosa virtud.

La misteriosa virtud es profunda y extensa;

es lo inverso a todas las cosas,

pero por ella todo se armoniza.